-Hola, soy Clip, tu eres... ?
Y así uno por uno, fuimos desvelando el enigma de las sonrisas, los ojos, la forma de mirar, los tics rutinarios, la forma de atusarse el pelo, el rostro, las timideces.
Aquel encuentro tan inesperado, aquella noche de tormenta estruendorosa, lluviosa antipática, aquella ciudad extraña, de aquel país exótico, centro geométrico habilmente estudiado y decidido, habíamos quedado en conocernos en el mundo real, algunos bloggers, consumidores de un determinado tipo de literatura picante ;-), miembros absolutamente anónimos y apacibles, recibí un curioso e-mail, con una dirección, sin dilucidar mis motivos reales contesté afirmativamente, me llegó un plano y una extraña dirección.
Todos allí eran receptivos, a pesar de todas las interioridades compartidas durante los últimos meses, realidades y ficciones mezcladas, a medida que me identificaban por mi nick, me hablaban de algún párrafo concreto, de los que yo había olvidado, es curioso como funcionan nuestras mentes, yo también identificaba en un ejercicio de memoria histórica, mis lecturas preferidas, de todas formas una de las supuestas 'bloggers', no la distinguía claramente, parecía escondida entre las sombras, se comportaba de una forma misteriosa, intenté acordarme de aquella silueta recortada , identificarla con algún avatar, descubrirla descartando los ya conocidos, pensé que jamás había leido nada de ella ni visitado su blog, se mantenía en un rincón oscuro y alejado del bullicio de los demás, ...pregunte por ella, nadie me daba razón, de aquella hermosa criatura semiescondida, hasta que alguien me dijo que era una escritora de élite, famosa por varios libros escritos y que no me acercara porque era esquiva y muy sarcástica....
El local estaba levemente iluminado, pero a través de los ventanales, durante un segundo un haz de luz bañaba toda la estancia, seguiá un chasquido y al cabo de unos segundos un estruendo, entonces era como un flash, se distinguían caras de terror y después seguían las conversaciones en los pequeños grupos cambiantes,la música sonaba suave y me di cuenta en esos fugazes fogonazos, sus ojos me seguían, quizás mi aspecto bohemio no era apropiado, me inyectó una cierta intranquilidad.
En el centro del local algunas parejas bailaban, pusieron unos tangos y ahí saltaron las 'bloggers' argentinas en masa, demostrando sus habilidades y sacándonos a bailar, una vez en pleno movimiento me di cuenta que sus ojos, ya me seguían sin cesar....
La curiosidad y el enigma me acompañaban, vencí mi aversión por el ridículo, me acerqué hacia ella, para saludarla, me presenté, le pregunté por su blog, pero sus monosílabos iban matando poco a poco la conversación, como último recurso la invite a bailar, me dijo que ni hablar, pero eso me dio pié a preguntarle acerca de sus motivos y parece ser que fui tan pesado, que al fin accedió supongo que para que me callara de una vez, me tendió una mano deliciosamente suave y nos acercamos a la pista.
Acabaron los tangos y pusieron unas baladas sugestivamente románticas, que incitaban a estar cada vez más cerca, realmente era atractivo, pero su silencio y mirada cristalina me impactaban como cuchillos afilados.
¿Que secretos guardarían esos ojos azules acuosos y transparentes?
No hablaba, dejaba que sacase temas de conversación y se dedicaba a observarme con una tranquilidad que me ponía nervioso, ¿Acaso me estaba juzgando?
No obstante a pesar de su frialdad, su cuerpo bailaba armoniosamente, no rehuía mi contacto, solo que su mirada contrastaba con lo que intentaba ser una mirada cómplice por mi lado, asentando o girando lentamente con la cabeza en caso de una negación, sin sonreír en ningún caso
Me sentía como un ratón de laboratorio obervado, un bicho raro, incómodo y la curiosidad se transformó en un cierto rechazo, me resultaba una actitud prepotente, de modo que al acabar la canción intenté zafarme con un...
-Bueno, encantado de haberte conocido, a sido bonito mientrás duró.
Pero entonces, ella no me soltó y acercó su boca a la mía, pude notar su aliento suave, caliente entrando dentro de mi boca, invadiéndola, instantes antes de que sus labios quedaran parados a unos milímetros de los mios, sin besarme, mientras sus brazos bajaron lentamente pero decididas, tocando primero mi espalda, mis caderas y parte de mis muslos. No me atrevía a besarla por si se daba media vuelta.
Me hizo estremecer, pasé del despecho al ridículo y ahora al deseo, miedo y estupor ante tal dominio de mis sentimientos contradictorios, sin intimidarme le pregunté cual era el juego,
que no siguiera por ahí, me hacía sentir incómodo, me soltaría en breve me alejaría definitivamente de ella. Por fin pude oír su voz
-¡No!¡Ni se te ocurra!... luego al ver que me soltaba
-¡No te vayas por favor!
Estaba atónito, asombrado, sentí cierta tranquilidad cuando colocó su rostro en mi pecho. dejé que inclinase su cabeza y la apoyase y seguimos bailando otra hermosa balada que ya había comenzado. Me superaba la situación, no sabía como reaccionar, era algo complicado de entender, ¿Quién era ella? Dejé que sus ojos marcasen el ritmo, ese contoneo, ese ritmo pausado y cadencioso que me hizo sujetarla cuando ella quería retirarse.
Bailamos esta segunda melodía sintiendo el calor que emanaba de nuestros cuerpos, sus manos
delicadas sujetaron mi espalda con cierta fuerza, mientras mis brazos la cubrieron con cierta
protección. No comprendo que es lo que nos hacia sentir esa tranquilidad, pero ya no hablé más en toda la noche.
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