¿Que hacía aquella hermosa mujer de labios rojos?.
Dirigiéndose decididamente hacia donde yo estaba, esas caderas resaltadas por una tela negra ajustada, desafiante, avanzando felínamente, dejando a su paso miradas idiotizadas, trayecto seguido por boca abiertas, babeantes, un generoso escote trasero que muestra una espalda blanca infinita, penetrando a través de la niebla azulada, humo de cigarrillos que se aparta respetuoso al paso de aquellas curvas y repitiéndolas mil veces como ondas en el espacio envolvente, blancos cuellos de camisa embutidos en oscuros trajes de domingo, girándose curiosos, al compás de los cuellos que les pertenecen, conversaciones que se torman mudas a su paso, en el ritmo de una escena cinematográfica....
Miré hacia mi espalda, no había nadie, era evidente venía hacia mi, debía ser un error, un sueño, quedé petrificado parpadeando nerviosamente a lo 'Huges Grant', ella me sonrió, mostrando unos dientes blancos perfectos, su boca era grande y sensual, su rostro se despojó de toda dureza y se tornó simpático, tal estado me contagió la sonrisa. Acercó su rostro franqueando el límite razonable de lo correcto, adentrándose en los límites de la complicidad, pude aspirar su perfume ......
-¡ Hola !
Dijo con una volumen que solo pude oir yo, una voz seductora un tanto grave.
-Ho-ho-ho-la. Conseguí tartamudear.
-Verás, me llamo Marlene, querría que hicieras algo por mí.
A estas alturas, casi no me tenía en pié, al mismo tiempo que sostenía la sonrisa, buscaba entre las sombras la explicación a todo ello, alguna cabeza amiga burlona, una cámara oculta, solo rostros anodinos mirando distraídamente.
-Naturalmente,lo que quieras.
-Quiero que me dejes que te la mame.
-¿Ehh?
Aquello fue demasiado, se me doblaron las piernas y caí estrepitosamente en redondo, ella entonces, alargó sus brazos desnudos, sus manos eran suaves, las uñas perfectamente pintadas de blanco, mientras me ayudaba a levantarme, me sonrió un tanto pícaramente, mostrando la punta de su lengua entre los dientes.
'Hace unos meses, tuve una novia a la que extrañamente empezaron a salirle granos y a engordar más de lo que pudiéramos considerar normal, ella dijo que era por mi culpa y que lo mejor era dejarlo, pués su estima se desmoronaba por momentos, hace unos días volvió a pasarme lo mismo, esta vez la dejé yo, no por su súbito aumento de peso y granos en la cara, esa mujer parecía que estaba obsesionada por hacer el amor, concretamente con las prácticas orales hacia mi persona, quizás ahora pudiera resolver mi enigma.'
De modo que una vez me incorporé, le pregunté que razón había para tan extraña petición, me contestó que unas amigas mutuas, con las cuales yo me había acostado le habían comentado que mi miembro sabía a chocolate, pero de una exquisitez extrema de tal forma que les resultaba irrestible, empecé a atar cabos, hace algún tiempo se produjo un escape radioactivo en la central nuclear donde trabajaba, desde entonces me acompañaba un curioso olor a cacao, al principio pensé que era algún gas de la central, pero luego me di cuenta que era yo mismo, de alguna forma mis glándulas endocrinas se habían alterado, metabolizaban de forma diferente, pigmentando, aromatizando y dejando un sabor a chocolate en mi propia piel y por lo que analizo en estos momentos también mantiendo sus propiedades psicoadictivas.....
El hecho de que sus dos mejores amigas, hubiesen disfrutado de ese manjar, hablasen sobre el tema y ella la más atractiva y triunfadora, solo pudiese hablar del simple sabor a 'hombre' que ya conocía, le provocaba desazón y por ello, si no me parecía mal, también quería probarlo. Me prometió que sería una mamada de las 'buenas' y que me pagaría si era necesario, para que al menos no me sintiera utilizado.
Me quedé pensando un rato (1/2 segundo) y asentí con la cabeza
-De acuerdo. Pero de pagar ni hablar.
Quedamos en su apartamento, la verdad es que no puedo quejarme, me trató excelentemente, una cena riquísima, eso si sin postre, unas velas azules con llamas tintileantes nos acompañaban, dando un aspecto aún más mágico a aquella velada tan peculiar, cuyo final estaba escirto ya, música soul y una cama llena de cojines de plumas de colores muy vivos, la verdad es que me encantó el mimo con el que trató a mi miembro toda la noche, como si fuera un cetro de oro, me desnudó y con un ritmo ceremonioso como un somelier catando un vino de una reserva excepcional, se tomó su tiempo para dar el primer lengüetazo, primero oliendo, luego con la punta de la lengua tímidamente saboreando, cada vena, cada rincón y por último un abrazo húmedo de la lengua rodeando todo mi tronco, abarcando todo.
-Ohhhhhh !!! Es increible, pero si es Cacao al 90% amargo, fueron las únicas palabras que oí
LLegó un momento que ya no podía más, más que una mamada parecía que me ordeñase, más que un pene parecía un manjar, tal era la succión y concentración que suscitaba, mi polla estaba a punto de reventar, la sangre que fluía hervía y coloreaba en una gama completa de granates, todos los flujos habidos y por haber se acumulaban en su interior y yo notaba como si toda la presión fuera a explotar, como una olla express.
Entonces ella inesperadamente apretó con toda su fuerza aquel tronco, que apenas podía abarcar con la mano derecha, estrangulandolo impidiendo que brotase ni una gota, con lo cual la presión interior aún se hizo más exasperante.
Colocó la yema del dedo corazón de la otra mano, boca arriba, la puso delante, me dijo con voz suave...
-Podrías dejarme una gotita de semen aquí, me muero por probar tu leche.
Reí para mis adentros, ¿solo una gotita? ....iba a ver ella lo que era una gotita. En el momento que abrió ligeramente la mano, noté internamente un chorro a que se iba acelerando a mil por hora, a través de mi conducto, salió disparado le inundó la boca, los ojos, el pelo y parte de unos cuadros que tenía en la pared trasera y me quedé temblando de placer.
Su cara, primero atónita de haber recibido esa ducha a presión blanca, de aquel líquido brillante, espeso y goteante, se tornó en una sonrisa complaciente y se puso la yema en la boca.
-Que rica !!! leche condensada, tu semen es azucarado mmmmmh, que pasada!!!
Y empezó a relamerse, pero esta vez mi glotoneria no me dejó sin probar ese manjar, nuestras lenguas peleaban entre sí por hacerse con aquel líquido elemento, la verdad es que la mezcla entre el cacao amargo y aquella leche era como un Bayleys, le lamí toda la cara y la bese suavemente, aquel sabor era fuertemente aditivo, me pidió educadamente repetir, pero eso sí, dentro de su boca.
Ahora trabajo como postre en un restaurante de la guía Michelin 4 estrellas, me llevan y traen con el carrito de los postres, con un mini delantal y nada debajo (soy el famoso sorbete de cacao). Parece ser que ese cacao es de excelente calidad, similar al que se cultiva al sur del lago de Maracaibo, donde dicen que se encuentran las plantaciones del 'Porcelana Puro', el mejor cacao del mundo.
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