viernes, 13 de febrero de 2009

Test Infructuoso de Rorschach

Aquel hombre miró atentamente el papel que le habían tendido sobre la mesa.

-Una mancha.

-Si, ya sé que es una mancha, ¿pero que le sugiere?

-Déjeme pensar...veamos ¿Tinta china negra sobre un DIN-A4 y luego doblado por la mitad?

Se oyó un berrido gutural, la psicóloga se estaba desesperando, pero no podía dar muestras de su debilidad, aquel hombre estaba jugando con ella y seguro que se estaba divirtiendo en su interior.

-La mancha debe sugerirle una forma y usted debe asociar esa forma a un elemento o una escena del mundo real

-¿Para qué?

Desde luego aquel macho recalcitrante, acusado de violación, y a punto de salir de la prisión por buena conducta, estaba superando el test de reinserción de una forma magistral, esta prueba era debidamente grabada en vídeo, al otro lado del cristal tintado se estaban partiendo de risa, su capacidad de desentrañar mentes humanas estaba quedando en entredicho, de modo que no se saldría con la suya.

Disimuladamente se desabrochó dos botones de su inpoluta blanca blusa, y dobló su cuerpo gracílmente hacia delante, mostrando toda la femineidad de la que era capaz, sus pechos redondos, turgentes se abalanzaron hacía el escote, intentando salir, con el dedo índice sobre el papel, pretendía mostrarle en aquella dichosa mancha una violenta masacre, seguida de una violación múltiple... esperaba que su exibición mamaria obrara el desenlace final, porque la indiferencia de aquél sujeto la estaba excitando.

-¿No ve usted una mujer desnuda que .....

En aquel momento no calculó bien la distancia y uno de sus exuberantes pechos entró literalmente en aquella taza de oscuro café.....se retiró violentamente hacia atrás.

-¿En que mancha debo mirar eso? Ahora hay dos. Aunque fijándome en su su camisa, mas bien parece una mujer desnuda con mancha.


-En la de la mesa, tarugo, ¿en cuál va a ser?

-Mejor porque particularmente la mancha de la camisa me molesta bastante, porque no es simétrica como la de la mesa.

-Grrrrrrrr

Intentar mantener el tipo con un recalcitrante presunto violador, esa mancha de café en plena camisa, los funcionarios detrás de aquel oscuro cristal desternillándose de risa con toda seguridad y el maldito vídeo que seguramente en breve irá a parar a YouTube, con su camisa manchada, los pechos casi al aire, sus pezones enhiestos y mostrados por la mojadura de la tela, su carrera impecable iba a sufrir un severo correctivo.......

-Vamos a ver míreme la blusa, que ve ahí.

-Pues una mancha.

-¿Nada más? ¿No ve dos grandes tetas que te gustaría tocar? ¿Dos pitones que estan deseando ser chupados?

Se desabrochó mas botones, su sujetador apareció, soportando dos hermosos pechos, la odiosa mancha había traspasado la tela y ahora al lado de lo que se adivinaba un pezón bastante pronunciado y erecto, una aureola caprichosa de café, campaba a sus anchas.

-¿Y no quiere tocarlos?

-No, me da asco esa mancha.



No pudo aguantar más, de modo que aquel pervertido, se permitía el lujo de rechazarla, en público, semidesnuda.

Se avalanzó sobre el hombre, unos funcionarios aguantándose la risa la detuvieron, también fue mala suerte que el Director General de Prisiones estuviese haciendo una revisión rutinaria y le cayese el resto del café en los pantalones.
Tres manchas ya fueron demasiado....

Liberaron por fin a aquel hombre inocente, la psicóloga no ha vuelto a utilizar nunca más el test de Rorschach, quizás entre otras cosas porque la echaron fulminantemente del colegio de psicólogos

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