jueves, 11 de septiembre de 2008

Devolviendo la mirada

-¿ Pero que miras ?. ¡ No me haces caso !

Desde hace unos minutos, mi vista enfocaba un rostro de mujer sonriente, entre las múltiples cabezas de aquel restaurante atiborrado de gente, no se porqué miraba curioseando, mientras mi pareja me hablaba sobre unas interesantísimas reformas en la oficina de su trabajo.
Yo había encontrado una ventana, una distracción entre aquellas cabezas que me desconectaba de la conversación y del escenario....
Entonces sucedió algo, percibí que me miraban fijamente, descubrí que me estaba clavando los ojos, pensé que distraidamente, al devolverle la mirada, respondió con una mirada fija intensa sin pestañear y una sonrisa deliciosa.
Tengo que reconocer que me impactó, me recordó mucho a una amante, que tiene sus mismos rasgos, esa mujer, está alojada permanentemente en mi mente y no me la puedo quitar de la cabeza, me excito solo pensar en ella. El caso es que estaba sentada ligeramente de lado a una mesa de distancia, su pareja espalda con espalda con la mía pero en diagonal.......

No se por que pero sentí que se ponía nerviosa cuando la miraba, pero lo raro es que no apartaba la mirada, luego miraba a su pareja, y su rostro se tornaba mas serio, jugaba con el pan, con las copas vacías y al cabo de unos minutos de miradas revoloteantes volvía a fijarse en mi, la situación me incomodaba pero me divertía me lo estaba pasando en grande fantaseando con los pensamientos que podía tener ella.
Pedimos la comida y yo pedí una cerveza 'Estrella Dorada' en botellín. Ella pidió una cocacola. De modo que empecé a jugar con la copa llena de cerveza en mis labios mientras la miraba, dejaba que la espuma tocase mis labios, que bajase por el cristal, mientras pasaba un poco la lengua por el borde, pero ella en lugar de incomodarse, metió el botellín en la boca y lo sacó lentamente, varias veces dejando que sus labios se doblaran voluptuosamente, abrazando el cuello de la botellas, sin dejar de mirar de reojo, yo ahora no podía parar de observar aquello, pensando en mi amante y en otras cosas, esto se había convertido en un juego peligroso, me arriesgaba a que su marido se molestara y mi pareja me pillara jugando con la vecina de la mesa de al lado, ella jugaba con la aparte de arriba de la botella rozando sus dedos suavemente por la botella manteniendo una mirada extraviada, sabía que estaba jugando conmigo.

Llevaba ya tres cervezas, no paraba de beber, pues era la situación en la que mejor podía disimular mis miradas, estaba como nervioso y excitado al máximo, mi mirada y mis contestaciones ya no tenían ningún sentido, el alcohol en mi sangre se había aliado a esta situación y me estaba alterando.


-Depende -¿ Pero como que depende ? te estoy preguntando si me sienta bien este peinado


-¿Quieres hacerme más caso?


-Puede que si, puede que no....


Me cansé de parecer un memo, ahora la pondría yo nerviosa a ella, notaba que ella tampoco podía seguir su conversación coherentemente en su propia mesa, le aburría, a saber que estaría pensando, pero sinceramente me daba igual, mi intención ahora solo era desestabilizarla y jugar con mi mente imaginando que era mi amada.
En el momento que me vuelve a mirar en un momento de distracción, zasss le lanzé un guiño uuff !!!. Por un momento se intercambiaron los papeles ahora la que había perdido la cordura era ella, le cayó la servilleta y luego con el codo tiró la botella al plato de pulpitos con salsa, casi se le cae, se había autodelatado sola.



Acababa de entrar en el juego !!!!. Por finnnnnnnnn !!!
Ahora ya sabíamos las reglas, se prometía una velada interesante, ella quería jugar, así que se relajó apoyó su espalda en la silla y cuando nadie la veía, me puso una mirada seductora mientras apartaba su pelo del cuello con su mano bajándola suavemente por su cuerpo, aquello se estaba poniendo complicado.
Me entró una risa nerviosa, por que tenia que llevar mi conversación en mi mesa y a la vez estar a la ataque con la otra mesa. Así nos pasamos toda la noche entre gestos y risas toda la cena yo imaginando que era ella (le encantan estos juegos), y cuando mas pensaba en que ojala fuera ella, mas me excitaba, notaba como mi polla, estaba abriéndose paso en el pantalón, se iba bombeando en pequeñas contracciones, cada vez mas fuera, debía abrir las piernas para que no se me cortara la respiración, buffff, y la muy cabronceta, veía eso perfectamente, se percataba de mi paquete inflamado, debajo de la mesa y me daba mas combustible para seguir haciéndome sufrir, yo cada vez tenía mas ganas de agarrármela y sentir el roce de mis manos, notaba como si palpitara solo como si fuera acariciada, entonces pude detectar en ella algunos movimientos de caderas extraños y como con sus manos se rozaba los muslos por encima del vestido, como si lo alisara por encima.


Estaba super empalmado cuando llego el postre los dos habíamos pedido lo mismo yo pedí una tarta de chocolate con nata y ella a los pocos minutos le trajeron lo mismo, intente comérmelo lo mas juguetón posible manchándome los dedos sin querer, pero a conciencia y chupando ruidosamente mis dedos para limpiar el chocolate.


Sentía como ella me miraba cuando chupaba el chocolate y estoy segura que en mas de un momento deseó no haber empezado aquel juego......Entonces a ella jugando con la tarta, aparentemente le cayó o más bien se tiró un buen trozo en el escote, toda la piel entre sus pechos, se llenó de un chocolate negro y resbaloso, pegó un gritito y su marido solícito, con una servilleta intentó limpiarla, ella se inclinó hacia delante y estiró del escote hacia afuera para que el pudiera limpiar y además alimentar mi vista, cada vez estiraba más los tirantes hacia fuera, hasta que una teta saltó suavemente......ella sonreía y se tomó todo su tiempo en meterla, primero la limpió, la tomó acariciandola suavemente y la alojó ente su vestido.

Entonces ya no pude más, grité y grité, mas bien diría que me salió un aullido que anuló la música del local, e interrumpió todas las conversaciones, el resto es fácil de entender, me echaron del restaurante por escándalo público y mi pareja me dejó, ayudó bastante que al levantarme apareciese totalmente empalmado, con todo mi rostro y camisa lleno de chocolate y nata, oliendo a alcohol, en medio de aquellos aullidos espantosos.

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