No quiero limpiar el espejo.
El vaho aún muestra tu silueta a trazos, parte de tus carnosos labios, tus pechos coronados por tus pezones, tus manos sudorosas, aplastada como una mosca contra un cristal, cada embate, más penetrante e intenso, arrinconándote contra ese viejo espejo, tu cuerpo enroscado sin espacio, cada delicioso retroceso, en nuevo y rítmico bombeo, la humedad de tu respiración, volviendo tráslucido el cristal, tus gemidos, transformados en gritos desesperados, ya no se contienen, tu imagen y la mía lejana cabalgándote, se adivinan entre el vapor, reflejadas, ojos casi en blanco, sonrisa transformada en boca abierta babeante, piel caliente, contra ese cristal helado....
Hoy he besado el espacio cristalino dejado por tus labios y he notado frío. Pero un escalofrío me ha estremecido.
El vaho aún muestra tu silueta a trazos, parte de tus carnosos labios, tus pechos coronados por tus pezones, tus manos sudorosas, aplastada como una mosca contra un cristal, cada embate, más penetrante e intenso, arrinconándote contra ese viejo espejo, tu cuerpo enroscado sin espacio, cada delicioso retroceso, en nuevo y rítmico bombeo, la humedad de tu respiración, volviendo tráslucido el cristal, tus gemidos, transformados en gritos desesperados, ya no se contienen, tu imagen y la mía lejana cabalgándote, se adivinan entre el vapor, reflejadas, ojos casi en blanco, sonrisa transformada en boca abierta babeante, piel caliente, contra ese cristal helado....
Hoy he besado el espacio cristalino dejado por tus labios y he notado frío. Pero un escalofrío me ha estremecido.
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