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domingo, 29 de marzo de 2009

No las encuentro ¿podeís ayudarme?

Por más que las busco.
He perdido mis manos frías, me gustaría saber quién me las ha quitado, sin ellas me siento como un insecto despistado, solo, en mi habitación, revoloteando con la mirada extraviada en el lluvioso paisaje que puedo ver a través de los traslúcidos cristales, me siento terriblemente incompleto.

Pienso en como me siento y me concentro en aquello que me falta, lo que hace que me sienta vivo. Cierro los ojos, quizás estés ahí, a mi lado. No puedo verte pero presiento un agradable calor que me indica que estas cerca, ya llegando de no se donde.
Mis labios sonríen tontamente (también me desobedecen por supuesto), debieran estar apretados, concentrados, pero no, captan tu perfume, cálido y suave, inspiro profundamente intentando llenarme de ese aroma, perteneciente a no se que pétalos de una flor embriagadoramente olorosa.

Mi cerebro parece ser que se ha estropeado también, concentrándome un poco mas, capto o quizás imagino, sutiles diferencias en el perfume que invade mi olfato, el olor suave y dulce de tu cuello, el atrayente aroma de tu escote, mezclado por el que se escapa a través de tu cuerpo, surgiendo entre tus muslos, impregnando tu delicada ropa, en tu excitación silenciosa.

...Mantengo los ojos cerrados, disfrutando de la sensación.....

Escucho tu respiración. Cerca, muy cerca. La tentación de volverme es casi irresistible, pero me recreo en el límite, alargándolo lo más posible. Mi corazón comienza a acelerarse exponencialmente, siempre lo hace en estos momentos, me dedico a escuchar secretamente mi interior.

Sonrisa que se ensancha al comprobar que mi cuerpo me desobedece por enésima vez y se gira hacia ti, no puedo ni quiero detenerlo. Ahora te siento aún demasiado cerca, enfrente.
Tal vez nos separen unos centímetros, o quizá milímetros, no tengo forma de saberlo. pero si noto la pesada gravedad, como la que ejerce la luna llena sobre el mar.

Siento dentro de mi, como crece la marea, como se ahuecan mis tejidos bajo la piel, percibo tu mano acariciar sutilmente mis labios, esa sonrisa que tu me enseñaste a dibujar en mi rostro, marcándome la mejillas, es un roce casi imperceptible, pero la sensación es poderosa. Adelanto mis manos para acariciarte, me detengo a escasos milímetros de tu piel. No puedo verte, pero casi puedo sentirte.

Paladeo la anticipación que embarga a mi corazón, el deseo irrefrenable que tú alimentas. Cuando de nuevo mi cuerpo me vence, por fin toco tu suave piel, tan dulce y delicada comparada con la mía. Recorro con mis dedos la línea de la mandíbula mientras me imagino tus ojos color azul transparentes, clavando la mirada en mis cerrados párpados.

Tus manos tampoco están quietas, no pueden estarlo, y recorren suavemente mi rostro hasta entrelazarse en mi nuca. Me atraes hacia ti, y mientras lo haces, mi corazón bombea aún a mas velocidad, me sumerjo en tu aroma, en tu tacto. Nuestros labios por fin se rozan, la sensación mas dulce del mundo. La suavidad de tus labios buscando los míos me provoca una serie de descargas que recorren mis vértebras, estremecimientos que me sobrecogen.

La sensación es tan fuerte que mi respiración comienza a acelerarse. Mi lengua recorre tus labios y tú la permites entrar. Comienzas a acariciar mi lengua con la tuya y no puedo evitar que un jadeo se escape entre mis labios, mis manos que ya no están frías recorren tu cadera y te acercan a mí, tu también me abrazas con fuerza mientras el beso continúa, como hecho a faltar esa fría temperatura de las manos, que te hacía estremecer.

Asaltado militarmente por un millar de sensaciones placenteras, el mundo desaparece, te pregunto mentalmente, que hacen mis manos, ya no las controlo, las yemas de mis dedos me dicen que cierras los ojos, cerrados los mios desde el principio, supongo que disfrutas tanto como yo de las sensaciones y mareas incontroladas que nos recorren.

El beso se va impregnando de pasión, tu corazón late a la par que el mío, tu respiración se hace mas fuerte y profunda, los dos nos separamos a la vez, sonríes y mi corazón casi estalla de felicidad, abro los ojos para mirarte, sentirte con el único sentido que aún no he empleado, tu frescor aun está en mis labios, tu tacto perdura en mis manos, tu respiración resuena en mis oídos y tu perfume aun me hechiza, abro los ojos para verte...
Me encuentro de nuevo en mi habitación, solo, pero eso si, sin mis manos frías.

sábado, 14 de marzo de 2009

Metas Cortas

El límite de su experiencia carnal era 'tocar', tocar con consentimiento, de una forma educada, de modo que una mente cuadriculada como la suya, pedía, suplicaba con pasmosa educación el préstamo momentáneo de espacios de piel para ser acariciada, a sus dueñas, mujeres de su entorno, deambulando en el artificial mundo de las palabras huecas.
Quizás nadié le advirtió que hay preguntas que no deben hacerse, porque el efecto de la pregunta era devastador, las mujeres huían con una mirada torva, ante una sinceridad tan aplastante.

Hace años él había rozado a una compañera de Instituto de una forma casual, pero claro su timidez, no le permitió averiguar si la sensación fue satisfactoria en ambos cuerpos y por lo tanto seguir avanzando en la cuestión, resolviendo el tema con un huidizo 'lo siento'.

Por fin una simpática mujer anónima, en la cola de un supermercado, accedió a sus razonables propósitos, con un divertido...

-¿Y por que no?

Añadió que solo disponía de una hora para tal menester, de modo que le propuso un paseo por el parque, para evitar miradas indiscretas.
A pesar de esas dos preocupaciones, las miradas indiscretas y el límite horario, se decidió por besarla, (estuvo durante toda una vida, pensando como sería este momento). El beso se desarrolló con total naturalidad y la hermosa mujer de la que no analizaremos los motivos que le impulsaron a consentir en ser tocada, devolvió el beso con naturalidad.

Miles de duendes mentales, le dijeron que parara ahí, en ese beso cándido para evitar un traúmatico rechazo posterior, el contrato verbal no especificaba que tipo de tocamientos y la brevedad del tiempo asignado no aconsejaba proezas mayores, esas advertencias fueron rechazadas por una prodigiosa erección y entonces se obró el milagro, la mente empezó a dejar de trabajar, entrando en un mundo mágico, que se adueñó de sus manos, de su respiración, de él mismo.

Deslizó su mano con delicadeza la mano bajo su abrigo, palpando sus pechos entre la suave tela de su blusa blanca, que fue desabrochando poco a poco y moviendo los dedos como un ejército adiestrado, avanzando y rodeando lentamente su sujetador.

Ella no solo consintió a esas inocentes caricias a través de la piel y la copa de tela del sostén, reaccionó abriendo más la boca, en ese beso que parecía no acabarse nunca, con el estímulo de unos imperceptibles gemidos y de su lengua. Aquella lengua que deambulaba en su boca y buscaba la suya, mientras la mano se movía perezosamente entre la piel y la tela, percibiendo la textura de los bultitos incipientes, duros en medio de aquellos pechos redondos, ahora hinchados y deliciosos que pugnaban por salir.

Aquella lengua le pareció que excedía a su petición inicial, era una lengua que le abría las puertas de algo que no conocía, no habían concretado nada de que sus lenguas se tocaran, sin embargo ahora su propia lengua, cobraba vida en la oscuridad de su boca, nunca antes había tenido dos lenguas ahí, en su propio paladar un sabor desconocido a un fluido ajeno, solo con esta idea un placer intenso le recorrió la médula espinal.

Aquella lengua ajena, se proyectaba en su interior, se deslizaba, le mojaba con su saliva dulce, era como el cuerpo de ella, desprovisto de su piel, le impulsó a tratar de poner delicadamente su mano entre sus muslos redondeados, bajo la falda, no solo no encontró resistencia, aquellos muslos se abrieron, entonces notó un calor extraordinario que se transmitió como por arte de magia a su interior, inexplicablemente para él, las manos de ella navegaron lentamente por encima del pantalón, encontrandose con su órgano terriblemente erecto.

No hubo batalla, ni resistencia alguna......

martes, 3 de marzo de 2009

Gastando posibilidades

- ¿No vas a decirme nada?

- Pués no especialmente.
- ¿Entonces por que razón estás ahí delante, mirándome?

- Es que si te pregunto algo, quizás me respondas que no, ahora tengo unas ciertas expectativas, ¿Acaso quieres que pierda mi ventaja?
- jajaja, ¿ventaja? también tienes bastantes expectativas de que te deje ahí plantado.
- Puede que si.... Pero si te vas, disminuyen tus expectativas conmigo y desde luego la de conocer a otro, ¿ves esos que te estan mirando ahora? ahí en la barra, esperando ver como me estrello contigo, el terrible placer del ridículo ajeno, nadie te abordará hoy te lo aseguro.
- Tu desde luego, no tienes miedo al ridículo.
- Verás, juego con ventaja, la verdad es que tampoco me preocupa mucho, en realidad no eres mi primera opción.
- ¿Ehhhh? ¿Acaso no te gusto?
- Si claro que me gustas, pero me gusta más tu amiga la que está bailando, de forma que primero me entreno un poco contigo, de paso tu amiga que no nos quita ojo, se pone algo celosa. Cuando acabe de bailar la abordaré en plan bien, me esforzaré un poco más.
- Entonces si te doy esperanzas, de estar conmigo esta noche. ¿Seguirías intentando hablar con mi amiga?
- Me estropearías el plan totalmente, me ilusiona la sonrisa de tu amiga.
- Pero yo también se sonreir, ¿lo ves?
Le dedicó una de sus mejores sonrisas.
Mientras tanto su amiga bailaba, les miró despreocupada sonriendo, totalmente ajena a la batalla de sonrisas.
Inesperadamente con las dos manos atrapó el cuello, estiró y acercó su cara y besó a aquel hombre tan extraordinario, que no demostraba demasiado interes por ella pero que le había sabido sacar su parte más eroticamente competitiva.

Gastando posibilidades

- ¿No vas a decirme nada?

- Pués no especialmente.
- ¿Entonces por que razón estás ahí delante, mirándome?

- Es que si te pregunto algo, quizás me respondas que no, ahora tengo unas ciertas expectativas, ¿Acaso quieres que pierda mi ventaja?
- jajaja, ¿ventaja? también tienes bastantes expectativas de que te deje ahí plantado.
- Puede que si.... Pero si te vas, disminuyen tus expectativas conmigo y desde luego la de conocer a otro, ¿ves esos que te estan mirando ahora? ahí en la barra, esperando ver como me estrello contigo, el terrible placer del ridículo ajeno, nadie te abordará hoy te lo aseguro.
- Tu desde luego, no tienes miedo al ridículo.
- Verás, juego con ventaja, la verdad es que tampoco me preocupa mucho, en realidad no eres mi primera opción.
- ¿Ehhhh? ¿Acaso no te gusto?
- Si claro que me gustas, pero me gusta más tu amiga la que está bailando, de forma que primero me entreno un poco contigo, de paso tu amiga que no nos quita ojo, se pone algo celosa. Cuando acabe de bailar la abordaré en plan bien, me esforzaré un poco más.
- Entonces si te doy esperanzas, de estar conmigo esta noche. ¿Seguirías intentando hablar con mi amiga?
- Me estropearías el plan totalmente, me ilusiona la sonrisa de tu amiga.
- Pero yo también se sonreir, ¿lo ves?
Le dedicó una de sus mejores sonrisas.
Mientras tanto su amiga bailaba, les miró despreocupada sonriendo, totalmente ajena a la batalla de sonrisas.
Inesperadamente con las dos manos atrapó el cuello, estiró y acercó su cara y besó a aquel hombre tan extraordinario, que no demostraba demasiado interes por ella pero que le había sabido sacar su parte más eroticamente competitiva.

Gastando posibilidades

- ¿No vas a decirme nada?

- Pués no especialmente.
- ¿Entonces por que razón estás ahí delante, mirándome?

- Es que si te pregunto algo, quizás me respondas que no, ahora tengo unas ciertas expectativas, ¿Acaso quieres que pierda mi ventaja?
- jajaja, ¿ventaja? también tienes bastantes expectativas de que te deje ahí plantado.
- Puede que si.... Pero si te vas, disminuyen tus expectativas conmigo y desde luego la de conocer a otro, ¿ves esos que te estan mirando ahora? ahí en la barra, esperando ver como me estrello contigo, el terrible placer del ridículo ajeno, nadie te abordará hoy te lo aseguro.
- Tu desde luego, no tienes miedo al ridículo.
- Verás, juego con ventaja, la verdad es que tampoco me preocupa mucho, en realidad no eres mi primera opción.
- ¿Ehhhh? ¿Acaso no te gusto?
- Si claro que me gustas, pero me gusta más tu amiga la que está bailando, de forma que primero me entreno un poco contigo, de paso tu amiga que no nos quita ojo, se pone algo celosa. Cuando acabe de bailar la abordaré en plan bien, me esforzaré un poco más.
- Entonces si te doy esperanzas, de estar conmigo esta noche. ¿Seguirías intentando hablar con mi amiga?
- Me estropearías el plan totalmente, me ilusiona la sonrisa de tu amiga.
- Pero yo también se sonreir, ¿lo ves?
Le dedicó una de sus mejores sonrisas.
Mientras tanto su amiga bailaba, les miró despreocupada sonriendo, totalmente ajena a la batalla de sonrisas.
Inesperadamente con las dos manos atrapó el cuello, estiró y acercó su cara y besó a aquel hombre tan extraordinario, que no demostraba demasiado interes por ella pero que le había sabido sacar su parte más eroticamente competitiva.

viernes, 23 de enero de 2009

Estatua Viviente

Estaba ahí tan quieta y a llena de vida, su cara increíblemente blanca estaba allí.
Se congregó una multitud formando una media luna, poco a poco se fueron contagiando de la quietud de esta estatua, no era la primera vez que los del museo de cera sacaban una de sus figuras, era un desafío constante propio de la estatua viviente, no debía dejarse ver respirar ni moverse un ápice ante los cientos de ojos del público congregado.El silencio se fue adueñando en aquel oasis en medio de 'Las Ramblas' bulliciosas de por si. Definitivamente era de mármol, no se podía atisbar el más mínimo desfallecimiento, ningún ser humano podía permanecer con esa congelación absoluta.

De repente entre el público una chica de rostro angelical y rasgos muy dulces se acercó a aquel rostro imperturbable, acercó sus labios y los colocó transversalmente rozándolos ligeramente, sus labios eran muy rojos, solo ella pudo notar una tenue respiración de aquel ángel de mármol, sintió el roce imperceptible de unos labios tibios, pero sintiendo una sensacion poderosa.


De repente brotó una lágrima pura, cristalina, perezosa que fue ganando tamaño bañada en aquella piel llena de maquillaje, resbaló lentamente entre la mejilla, encontrando su camino, por fin bañó aquellos labios, inundándolos de un sabor deliciosamente salado, la magia de aquel silencio, aquella expectación, los labios sintieron una explosión de color y desapareció de aquel lugar, apareciendo en un mundo inconcreto desprovisto de gravedad.


Aquél mimo ya no volvió a hacer de estatua viviente y jamás se le volvió a ver, la chica nunca encontró unos labios como aquellos que le dieron tanto amor en tan poco tiempo, sin pedir nada a cambio.


Mucha gente se congrega en el lugar de los hechos esperando otro instante mágico, quizás definitivamente aquella estatua no era viviente, era un 'Pierrot' o tal vez un sueño colectivo .....

Estatua Viviente

Estaba ahí tan quieta y a llena de vida, su cara increíblemente blanca estaba allí.
Se congregó una multitud formando una media luna, poco a poco se fueron contagiando de la quietud de esta estatua, no era la primera vez que los del museo de cera sacaban una de sus figuras, era un desafío constante propio de la estatua viviente, no debía dejarse ver respirar ni moverse un ápice ante los cientos de ojos del público congregado.El silencio se fue adueñando en aquel oasis en medio de 'Las Ramblas' bulliciosas de por si. Definitivamente era de mármol, no se podía atisbar el más mínimo desfallecimiento, ningún ser humano podía permanecer con esa congelación absoluta.

De repente entre el público una chica de rostro angelical y rasgos muy dulces se acercó a aquel rostro imperturbable, acercó sus labios y los colocó transversalmente rozándolos ligeramente, sus labios eran muy rojos, solo ella pudo notar una tenue respiración de aquel ángel de mármol, sintió el roce imperceptible de unos labios tibios, pero sintiendo una sensacion poderosa.


De repente brotó una lágrima pura, cristalina, perezosa que fue ganando tamaño bañada en aquella piel llena de maquillaje, resbaló lentamente entre la mejilla, encontrando su camino, por fin bañó aquellos labios, inundándolos de un sabor deliciosamente salado, la magia de aquel silencio, aquella expectación, los labios sintieron una explosión de color y desapareció de aquel lugar, apareciendo en un mundo inconcreto desprovisto de gravedad.


Aquél mimo ya no volvió a hacer de estatua viviente y jamás se le volvió a ver, la chica nunca encontró unos labios como aquellos que le dieron tanto amor en tan poco tiempo, sin pedir nada a cambio.


Mucha gente se congrega en el lugar de los hechos esperando otro instante mágico, quizás definitivamente aquella estatua no era viviente, era un 'Pierrot' o tal vez un sueño colectivo .....

Estatua Viviente

Estaba ahí tan quieta y a llena de vida, su cara increíblemente blanca estaba allí.
Se congregó una multitud formando una media luna, poco a poco se fueron contagiando de la quietud de esta estatua, no era la primera vez que los del museo de cera sacaban una de sus figuras, era un desafío constante propio de la estatua viviente, no debía dejarse ver respirar ni moverse un ápice ante los cientos de ojos del público congregado.El silencio se fue adueñando en aquel oasis en medio de 'Las Ramblas' bulliciosas de por si. Definitivamente era de mármol, no se podía atisbar el más mínimo desfallecimiento, ningún ser humano podía permanecer con esa congelación absoluta.

De repente entre el público una chica de rostro angelical y rasgos muy dulces se acercó a aquel rostro imperturbable, acercó sus labios y los colocó transversalmente rozándolos ligeramente, sus labios eran muy rojos, solo ella pudo notar una tenue respiración de aquel ángel de mármol, sintió el roce imperceptible de unos labios tibios, pero sintiendo una sensacion poderosa.


De repente brotó una lágrima pura, cristalina, perezosa que fue ganando tamaño bañada en aquella piel llena de maquillaje, resbaló lentamente entre la mejilla, encontrando su camino, por fin bañó aquellos labios, inundándolos de un sabor deliciosamente salado, la magia de aquel silencio, aquella expectación, los labios sintieron una explosión de color y desapareció de aquel lugar, apareciendo en un mundo inconcreto desprovisto de gravedad.


Aquél mimo ya no volvió a hacer de estatua viviente y jamás se le volvió a ver, la chica nunca encontró unos labios como aquellos que le dieron tanto amor en tan poco tiempo, sin pedir nada a cambio.


Mucha gente se congrega en el lugar de los hechos esperando otro instante mágico, quizás definitivamente aquella estatua no era viviente, era un 'Pierrot' o tal vez un sueño colectivo .....

sábado, 17 de enero de 2009

El Hombre Piel Suave

Garabateó algo en la receta de la Seguridad Social, me la entregó doblada cuidadosamente para que no pudiera ver el contenido.

-Estás grave, necesitas esto.

Estaba semidesnudo allí delante, sentado en la fría silla, angustiado, mirándo fijamente a sus ojos, ella tampoco parecía en perfecto estado, sus botones superiores de la bata blanca estaban desabrochados, su pelo aparecía ligeramente alborotado y la sangre coloreaba suavemente sus mejillas y enrojecía esos labios humedecidos ...

Todo empezó al sentir una ligera y beligerante tos matutina, me acerqué al ambulatorio a solicitar un jarabe que me suavizara un poco la garganta.
La médico que me atendió, después que le comentara los síntomas, me pidió que me levantara la camisa por detrás para poder auscultarme, al colocar el fonendoscopio sobre la espalda el frío metal me hizo estremecer, al ir palpando la zona que correspondía a mis pulmones, se le escapó una frase.

-¡Que piel tan suave! ¿Seguro que eres un hombre?

Tengo que confesar que aquella observación me descentró bastante.

-¿Sabes que te digo?. Creo que se me ha estropeado el aparato de auscultar, oigo muchas pulsaciones y ruiditos raros.

Lanzó el fonendoscopio sobre la camilla y aplicó su oreja sobre mi espalda, mientras me pedía que me desabrochara más la camisa, llegó un momento en que la camisa ya no tapaba apenas nada, mientras su cara y oreja rozaba lentamente mi espalda, parando y haciéndome decir 'Aaaaaaa', mientras que sus manos palpaban mis pectorales, deteniéndose en los pezones y pinzándolos suavemente con las yemas de los dedos, pulgar y corazón.....

-Bufff que suaves, igual que tu cuerpo
-repite !!!Aaaaaaaaaa!!! hasta que te diga.
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
-Vale, otra vez ....

La verdad es que mi piel es anormalmente suave, pero la situación se estaba volviendo violenta por si misma, acelerándose como un círculo vicioso, la curiosidad de ella y la suavidad de mi dermis, me pidió que me levantara y que me desabrochara el pantalón.

Me quedó el pantalón por las rodillas, y ella bajó mis boxer hasta que los genitales saltaron de su alojamineto y quedaron al descubierto, la situación me violentaba, mi miembro estaba francamente hinchado, pero que pusiera la oreja para auscultarlo no ayudó mucho para apaciguarlo, luego ya sin disímulo al poner su oreja contra los testículos, no separó su cara, rozó su rostro y aplastó sus labios, dejando que su boca palpara unos instantes.
Podría decir que su contacto es lejano como el cielo y cercano como el viento, incorpóreo y real al mismo tiempo.
Cerré los ojos, me dejé rozar y simulé, una vez más, no respirar.

El caso es que al mirar la receta, solo hay un número de móvil y sigo con mi tos.

El Hombre Piel Suave

Garabateó algo en la receta de la Seguridad Social, me la entregó doblada cuidadosamente para que no pudiera ver el contenido.

-Estás grave, necesitas esto.

Estaba semidesnudo allí delante, sentado en la fría silla, angustiado, mirándo fijamente a sus ojos, ella tampoco parecía en perfecto estado, sus botones superiores de la bata blanca estaban desabrochados, su pelo aparecía ligeramente alborotado y la sangre coloreaba suavemente sus mejillas y enrojecía esos labios humedecidos ...

Todo empezó al sentir una ligera y beligerante tos matutina, me acerqué al ambulatorio a solicitar un jarabe que me suavizara un poco la garganta.
La médico que me atendió, después que le comentara los síntomas, me pidió que me levantara la camisa por detrás para poder auscultarme, al colocar el fonendoscopio sobre la espalda el frío metal me hizo estremecer, al ir palpando la zona que correspondía a mis pulmones, se le escapó una frase.

-¡Que piel tan suave! ¿Seguro que eres un hombre?

Tengo que confesar que aquella observación me descentró bastante.

-¿Sabes que te digo?. Creo que se me ha estropeado el aparato de auscultar, oigo muchas pulsaciones y ruiditos raros.

Lanzó el fonendoscopio sobre la camilla y aplicó su oreja sobre mi espalda, mientras me pedía que me desabrochara más la camisa, llegó un momento en que la camisa ya no tapaba apenas nada, mientras su cara y oreja rozaba lentamente mi espalda, parando y haciéndome decir 'Aaaaaaa', mientras que sus manos palpaban mis pectorales, deteniéndose en los pezones y pinzándolos suavemente con las yemas de los dedos, pulgar y corazón.....

-Bufff que suaves, igual que tu cuerpo
-repite !!!Aaaaaaaaaa!!! hasta que te diga.
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
-Vale, otra vez ....

La verdad es que mi piel es anormalmente suave, pero la situación se estaba volviendo violenta por si misma, acelerándose como un círculo vicioso, la curiosidad de ella y la suavidad de mi dermis, me pidió que me levantara y que me desabrochara el pantalón.

Me quedó el pantalón por las rodillas, y ella bajó mis boxer hasta que los genitales saltaron de su alojamineto y quedaron al descubierto, la situación me violentaba, mi miembro estaba francamente hinchado, pero que pusiera la oreja para auscultarlo no ayudó mucho para apaciguarlo, luego ya sin disímulo al poner su oreja contra los testículos, no separó su cara, rozó su rostro y aplastó sus labios, dejando que su boca palpara unos instantes.
Podría decir que su contacto es lejano como el cielo y cercano como el viento, incorpóreo y real al mismo tiempo.
Cerré los ojos, me dejé rozar y simulé, una vez más, no respirar.

El caso es que al mirar la receta, solo hay un número de móvil y sigo con mi tos.

El Hombre Piel Suave

Garabateó algo en la receta de la Seguridad Social, me la entregó doblada cuidadosamente para que no pudiera ver el contenido.

-Estás grave, necesitas esto.

Estaba semidesnudo allí delante, sentado en la fría silla, angustiado, mirándo fijamente a sus ojos, ella tampoco parecía en perfecto estado, sus botones superiores de la bata blanca estaban desabrochados, su pelo aparecía ligeramente alborotado y la sangre coloreaba suavemente sus mejillas y enrojecía esos labios humedecidos ...

Todo empezó al sentir una ligera y beligerante tos matutina, me acerqué al ambulatorio a solicitar un jarabe que me suavizara un poco la garganta.
La médico que me atendió, después que le comentara los síntomas, me pidió que me levantara la camisa por detrás para poder auscultarme, al colocar el fonendoscopio sobre la espalda el frío metal me hizo estremecer, al ir palpando la zona que correspondía a mis pulmones, se le escapó una frase.

-¡Que piel tan suave! ¿Seguro que eres un hombre?

Tengo que confesar que aquella observación me descentró bastante.

-¿Sabes que te digo?. Creo que se me ha estropeado el aparato de auscultar, oigo muchas pulsaciones y ruiditos raros.

Lanzó el fonendoscopio sobre la camilla y aplicó su oreja sobre mi espalda, mientras me pedía que me desabrochara más la camisa, llegó un momento en que la camisa ya no tapaba apenas nada, mientras su cara y oreja rozaba lentamente mi espalda, parando y haciéndome decir 'Aaaaaaa', mientras que sus manos palpaban mis pectorales, deteniéndose en los pezones y pinzándolos suavemente con las yemas de los dedos, pulgar y corazón.....

-Bufff que suaves, igual que tu cuerpo
-repite !!!Aaaaaaaaaa!!! hasta que te diga.
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
-Vale, otra vez ....

La verdad es que mi piel es anormalmente suave, pero la situación se estaba volviendo violenta por si misma, acelerándose como un círculo vicioso, la curiosidad de ella y la suavidad de mi dermis, me pidió que me levantara y que me desabrochara el pantalón.

Me quedó el pantalón por las rodillas, y ella bajó mis boxer hasta que los genitales saltaron de su alojamineto y quedaron al descubierto, la situación me violentaba, mi miembro estaba francamente hinchado, pero que pusiera la oreja para auscultarlo no ayudó mucho para apaciguarlo, luego ya sin disímulo al poner su oreja contra los testículos, no separó su cara, rozó su rostro y aplastó sus labios, dejando que su boca palpara unos instantes.
Podría decir que su contacto es lejano como el cielo y cercano como el viento, incorpóreo y real al mismo tiempo.
Cerré los ojos, me dejé rozar y simulé, una vez más, no respirar.

El caso es que al mirar la receta, solo hay un número de móvil y sigo con mi tos.

sábado, 13 de diciembre de 2008

La Culpa es de la Luna LLena

Según las últimas informaciones, esta noche se puede ver la Luna llena más grande de todo el año....
Con un candelabro de velas azules en mano, miro el viejo reloj de pared y subo las escaleras de vieja madera, que a cada paso chirrían bajo mi peso, por su mal estado, las 4 de la mañana, ...llego a mi habitación...


La luna vestida de espuma blanca ocupa mi ventanal entero, abro la ventana, me quedo ahí en silencio, dejo pasar la brisa de la noche gobernada por mil estrellas, provocando un tenue escalofrío.

Me arropo con las mantas y me acurruco en mi enorme cama, es una cama tan grande que hace que me pierda en ella, estar solo me deja en evidencia perdido en tales dimensiones, fuera la tranquilidad, la taciturnidad de la noche.

Mirando esa Luna gigante, logro cerrar mis ojos y entrar poco a poco en la embriaguez del mundo de los sueños...

¿Serán esta vez sueños ansiados o no deseados?

Una presencia, siento cerca de mí..el susurro de voces inconclusas que hacen despertar mi interés, al mismo tiempo hacen que mi corazón palpite fuertemente y mis piernas tiemblen dudando si la causa es el frío....

Me intriga y lo temo, lo siento cerca y distante, me confunde, me atrae, me aterra en círculos desiguales, entonces esas voces susurradas, entran más fuertemente en mis oídos, en mi mente , intentan utilizar su poder para llevarme con ella, haciendo erizar el vello de mi piel, cierro mis párpados con fuerza para huir, pero el sueño se apodera de mi y abro los ojos ya sin voluntad, apareciendo su mirada inexpresiva, que no sé porqué, me cautiva, será el temor que me atrae sin explicación, o esa sensación de vida sin vida que veo en sus ojos, en su inexpresividad, su bello rostro blanquecino compite con la Luna y es incapaz de identificar y expresar emociones, sus mejillas adolecen de color, quizás sea porque estoy mirando a través de mis propios párpados cerrados.


Una curiosa voz interior, me dicta que tipo de miedo debo tener, pero decido entregarme, ¿qué puedo perder? al fin y al cabo es un sueño y luego despertaré, entonces siento su helada mano...su mano,en mi cuello..., lo agarra con fuerza...y noto como el calor sube a mi cabeza, sediento ese ser, temido y querido, que agarra bruscamente mi frágil cuello, tiernamente, pero sin compasión..., sus labios se acercan, llenos de gula repugnante, me mira a los ojos con deseo, deseo de animal muerto de hambre, tal vez como un lobo en busca de su presa, o como una mujer solicitando unas caricias negadas, echa hacia atrás mi cabeza...y pone sus labios en mi piel, me besa en el cuello... y la roja sangre que no se si es mía, empieza a derramarse...ese mareo tan extraño y el manto caliente bermellón, cubre mi fria piel, me da un placer indescriptible.


Esa hermosa mujer, ese monstruo femenino, esa vampiro, cuya sed yo sastisfago aparentemente de manera solidaria...encantado de que la sangre de mis venas corra por sus hermosos labios, con la dulzura de mi ser... con el deseo del placer, con su amor cautivo y mi temor...

Con su inexpresividad y mi interés... sin mi permiso acabó con mi vida,
Ella, esa siniestra pero irresistible mujer, me llevó a otro mundo inconcreto.
Sin sentir, sin querer, sin amor, sin compasión...sólo dejándome saciar su sed y su placer, su lujuria que era la mía.
Logro entornar mis ojos, hago palanca con mis pestañas y unos milímetros de luz de luna, me hacen entrar poco a poco en el mundo de los vivos.

¿Será esta vez una vida ansiada o no deseada? ¿Estará ella allí?
¿Qué perdí?, perdí lo que definía mi ser.


La Culpa es de la Luna LLena

Según las últimas informaciones, esta noche se puede ver la Luna llena más grande de todo el año....
Con un candelabro de velas azules en mano, miro el viejo reloj de pared y subo las escaleras de vieja madera, que a cada paso chirrían bajo mi peso, por su mal estado, las 4 de la mañana, ...llego a mi habitación...


La luna vestida de espuma blanca ocupa mi ventanal entero, abro la ventana, me quedo ahí en silencio, dejo pasar la brisa de la noche gobernada por mil estrellas, provocando un tenue escalofrío.

Me arropo con las mantas y me acurruco en mi enorme cama, es una cama tan grande que hace que me pierda en ella, estar solo me deja en evidencia perdido en tales dimensiones, fuera la tranquilidad, la taciturnidad de la noche.

Mirando esa Luna gigante, logro cerrar mis ojos y entrar poco a poco en la embriaguez del mundo de los sueños...

¿Serán esta vez sueños ansiados o no deseados?

Una presencia, siento cerca de mí..el susurro de voces inconclusas que hacen despertar mi interés, al mismo tiempo hacen que mi corazón palpite fuertemente y mis piernas tiemblen dudando si la causa es el frío....

Me intriga y lo temo, lo siento cerca y distante, me confunde, me atrae, me aterra en círculos desiguales, entonces esas voces susurradas, entran más fuertemente en mis oídos, en mi mente , intentan utilizar su poder para llevarme con ella, haciendo erizar el vello de mi piel, cierro mis párpados con fuerza para huir, pero el sueño se apodera de mi y abro los ojos ya sin voluntad, apareciendo su mirada inexpresiva, que no sé porqué, me cautiva, será el temor que me atrae sin explicación, o esa sensación de vida sin vida que veo en sus ojos, en su inexpresividad, su bello rostro blanquecino compite con la Luna y es incapaz de identificar y expresar emociones, sus mejillas adolecen de color, quizás sea porque estoy mirando a través de mis propios párpados cerrados.


Una curiosa voz interior, me dicta que tipo de miedo debo tener, pero decido entregarme, ¿qué puedo perder? al fin y al cabo es un sueño y luego despertaré, entonces siento su helada mano...su mano,en mi cuello..., lo agarra con fuerza...y noto como el calor sube a mi cabeza, sediento ese ser, temido y querido, que agarra bruscamente mi frágil cuello, tiernamente, pero sin compasión..., sus labios se acercan, llenos de gula repugnante, me mira a los ojos con deseo, deseo de animal muerto de hambre, tal vez como un lobo en busca de su presa, o como una mujer solicitando unas caricias negadas, echa hacia atrás mi cabeza...y pone sus labios en mi piel, me besa en el cuello... y la roja sangre que no se si es mía, empieza a derramarse...ese mareo tan extraño y el manto caliente bermellón, cubre mi fria piel, me da un placer indescriptible.


Esa hermosa mujer, ese monstruo femenino, esa vampiro, cuya sed yo sastisfago aparentemente de manera solidaria...encantado de que la sangre de mis venas corra por sus hermosos labios, con la dulzura de mi ser... con el deseo del placer, con su amor cautivo y mi temor...

Con su inexpresividad y mi interés... sin mi permiso acabó con mi vida,
Ella, esa siniestra pero irresistible mujer, me llevó a otro mundo inconcreto.
Sin sentir, sin querer, sin amor, sin compasión...sólo dejándome saciar su sed y su placer, su lujuria que era la mía.
Logro entornar mis ojos, hago palanca con mis pestañas y unos milímetros de luz de luna, me hacen entrar poco a poco en el mundo de los vivos.

¿Será esta vez una vida ansiada o no deseada? ¿Estará ella allí?
¿Qué perdí?, perdí lo que definía mi ser.


La Culpa es de la Luna LLena

Según las últimas informaciones, esta noche se puede ver la Luna llena más grande de todo el año....
Con un candelabro de velas azules en mano, miro el viejo reloj de pared y subo las escaleras de vieja madera, que a cada paso chirrían bajo mi peso, por su mal estado, las 4 de la mañana, ...llego a mi habitación...


La luna vestida de espuma blanca ocupa mi ventanal entero, abro la ventana, me quedo ahí en silencio, dejo pasar la brisa de la noche gobernada por mil estrellas, provocando un tenue escalofrío.

Me arropo con las mantas y me acurruco en mi enorme cama, es una cama tan grande que hace que me pierda en ella, estar solo me deja en evidencia perdido en tales dimensiones, fuera la tranquilidad, la taciturnidad de la noche.

Mirando esa Luna gigante, logro cerrar mis ojos y entrar poco a poco en la embriaguez del mundo de los sueños...

¿Serán esta vez sueños ansiados o no deseados?

Una presencia, siento cerca de mí..el susurro de voces inconclusas que hacen despertar mi interés, al mismo tiempo hacen que mi corazón palpite fuertemente y mis piernas tiemblen dudando si la causa es el frío....

Me intriga y lo temo, lo siento cerca y distante, me confunde, me atrae, me aterra en círculos desiguales, entonces esas voces susurradas, entran más fuertemente en mis oídos, en mi mente , intentan utilizar su poder para llevarme con ella, haciendo erizar el vello de mi piel, cierro mis párpados con fuerza para huir, pero el sueño se apodera de mi y abro los ojos ya sin voluntad, apareciendo su mirada inexpresiva, que no sé porqué, me cautiva, será el temor que me atrae sin explicación, o esa sensación de vida sin vida que veo en sus ojos, en su inexpresividad, su bello rostro blanquecino compite con la Luna y es incapaz de identificar y expresar emociones, sus mejillas adolecen de color, quizás sea porque estoy mirando a través de mis propios párpados cerrados.


Una curiosa voz interior, me dicta que tipo de miedo debo tener, pero decido entregarme, ¿qué puedo perder? al fin y al cabo es un sueño y luego despertaré, entonces siento su helada mano...su mano,en mi cuello..., lo agarra con fuerza...y noto como el calor sube a mi cabeza, sediento ese ser, temido y querido, que agarra bruscamente mi frágil cuello, tiernamente, pero sin compasión..., sus labios se acercan, llenos de gula repugnante, me mira a los ojos con deseo, deseo de animal muerto de hambre, tal vez como un lobo en busca de su presa, o como una mujer solicitando unas caricias negadas, echa hacia atrás mi cabeza...y pone sus labios en mi piel, me besa en el cuello... y la roja sangre que no se si es mía, empieza a derramarse...ese mareo tan extraño y el manto caliente bermellón, cubre mi fria piel, me da un placer indescriptible.


Esa hermosa mujer, ese monstruo femenino, esa vampiro, cuya sed yo sastisfago aparentemente de manera solidaria...encantado de que la sangre de mis venas corra por sus hermosos labios, con la dulzura de mi ser... con el deseo del placer, con su amor cautivo y mi temor...

Con su inexpresividad y mi interés... sin mi permiso acabó con mi vida,
Ella, esa siniestra pero irresistible mujer, me llevó a otro mundo inconcreto.
Sin sentir, sin querer, sin amor, sin compasión...sólo dejándome saciar su sed y su placer, su lujuria que era la mía.
Logro entornar mis ojos, hago palanca con mis pestañas y unos milímetros de luz de luna, me hacen entrar poco a poco en el mundo de los vivos.

¿Será esta vez una vida ansiada o no deseada? ¿Estará ella allí?
¿Qué perdí?, perdí lo que definía mi ser.


lunes, 8 de diciembre de 2008

Aleteo de una Mariposa Borracha

Ayer me emborraché..... Sí ayer, me emborraché.
Todo daba vueltas en mi alrededor inmediato. Me hacía tanta gracia que las paredes de mi habitación diesen vueltas, que decidí poner la música a todo volumen e intentar alcanzar las paredes con mis dedos.
Iba tan rápido que sin darme cuenta despegué.....
Durante el vuelo pensaba en cual sería mi destino.

Pero enseguida lo supe. Estaba en tu habitación, frente a tu cama, tu dormías tranquila. Incluso dormida eres insoportablemente preciosa.


En ese momento bendije a la luna, porque un rayo azulado me dejó ver solo tu cuerpo en aquella obscuridad, bendije a la oscuridad por no ser muy severa y dejarme ver tus labios inertes, reposando tranquilamente.
Pero al acercarme a besarte tropecé con la cama de mi habitación y caí. Con el mareo tuve que levantarme del suelo.

La lluvia al chocar con la ventana, repetía tu nombre, tan estrepitosamente, que se colaba en mi mente y junto con el alcohol golpeaba mi ya tocada cabeza. Me di cuenta de que algo sonaba mas alto que la música e incluso mas que la lluvia en la ventana. Eran mis lágrimas cayendo encima de las ya lloradas. Cuando el alcohol dejó de emborronar mis ojos, descubrí que en cada lágrima estabas tu dormida en tu cama, lo que hizo que se cerrase el círculo y que cayesen mas lágrimas.
Solo en mi habitación otra vez después del vuelo, con la mirada perdida en el lluvioso paisaje que puedo ver a través de la ventana, me siento incompleto.
Pienso en como me siento y me concentro en aquello que me falta, lo que me hace sentirme vivo.

Cierro los ojos y ahí estas, a mi lado.
Aún no puedo verte pero siento tu presencia, un agradable calor que me indica que estas conmigo.
Mis labios se fruncen en una sonrisa al captar tu perfume, cálido y suave. Inspiro profundamente intentando llenarme de ese aroma similar a la canela, ese perfume 'Anais' que tanto te gusta, que te acompaña.
Concentrándome un poco mas capto sutiles diferencias en el perfume que satura mi olfato... el olor suave y dulce de tu cuello, el atrayente aroma cálido de tu escote...
Mantengo los ojos cerrados, disfrutando de la sensación.
Escucho tu respiración.
Cerca, muy cerca.
La tentación de volverme es casi irresistible, pero me recreo en el limite, alargándolo lo más posible. Mi corazón comienza a acelerarse, siempre lo hace en estos momentos. Mi sonrisa se ensancha al comprobar que mi cuerpo me desobedece y se gira hacia ti, no puedo, ni quiero, detenerlo.
Ahora te siento aún mas cerca, enfrente de mí.
Tal vez nos separen unos centímetros, o quizá milímetros, no tengo forma de saberlo.
Siento como tu mano acaricia sutilmente mis labios, la sonrisa que tu me enseñaste a dibujar en mi rostro. Es un roce casi imperceptible, pero la sensación es poderosa.
Adelanto mis manos para acariciarte, me detengo a escasos milímetros de tu piel. No puedo verte, pero casi puedo sentirte.
Paladeo la anticipación que embarga a mi corazón, el deseo irrefrenable que tú alimentas. Cuando de nuevo mi cuerpo me vence por fin toco tu suave piel, tan dulce y delicada comparada con la mía.
Recorro con mis dedos la línea de la mandíbula mientras me imagino tus ojos azules casi transparentes, clavando la mirada en mis cerrados párpados. Tus manos tampoco están quietas, no pueden estarlo, y recorren suavemente mi rostro hasta entrelazarse en mi nuca. Me atraes hacia ti, y mientras lo haces mi corazón bombea aún a mas velocidad, me sumerjo en tu aroma, en tu tacto.
Nuestros labios por fin se tocan, la sensación mas dulce del mundo. La suavidad de tus labios buscando los míos me provoca una serie de descargas eléctricas imperceptibles que recorren mi columna.

La sensación es tan fuerte que mi respiración comienza a acelerarse. Mi lengua recorre tus labios y tú la permites entrar. Comienzas a acariciar mi lengua con la tuya y no puedo evitar que un jadeo se escape entre mis labios.
Mis manos recorren tu cadera y te acercan a mí, tu también me abrazas con fuerza mientras el beso continúa.

Mi mente se ve asaltada por un millar de sensaciones placenteras y el mundo desaparece, solo estamos tu y yo. Nos fundimos en uno, deseo que suceda. Por un momento formamos parte de un mismo ser, en cuerpos separados. Dos cuerpos unidos por un sentimiento mas fuerte que la razón. Presiento que has cerrado también los ojos, he podido notar el aire de tus pestañas, cerrando los párpados, disfrutando tanto como yo de las sensaciones que recorren tu cuerpo. El beso se va impregnando de pasión, tu corazón late a la par que el mío, tu respiración se hace mas fuerte y profunda.

Los dos nos separamos a la vez, sintiéndonos felices, amados. Tu abres tus ojos y los clavas de nuevo en mis cerrados párpados. Sonríes y mi corazón casi estalla de felicidad. Abro los ojos para mirarte, sentirte con el único sentido que aún no he empleado, tu frescor aun está en mis labios, tu tacto perdura en mis manos, tu respiración resuena en mis oídos y tu perfume aun me hechiza.

Abro los ojos para verte... y me encuentro de nuevo en mi habitación. Solo, pero feliz porque sé que no lo estaré siempre. Sé que cuando te vea, todo se hará realidad, que tu me amas tanto como yo te amo a ti.
Ayer me emborraché, pero fue de alcohol y no de tus besos.

Sonriendo, me aparto de la ventana, a escribir esto para ti.

Aleteo de una Mariposa Borracha

Ayer me emborraché..... Sí ayer, me emborraché.
Todo daba vueltas en mi alrededor inmediato. Me hacía tanta gracia que las paredes de mi habitación diesen vueltas, que decidí poner la música a todo volumen e intentar alcanzar las paredes con mis dedos.
Iba tan rápido que sin darme cuenta despegué.....
Durante el vuelo pensaba en cual sería mi destino.

Pero enseguida lo supe. Estaba en tu habitación, frente a tu cama, tu dormías tranquila. Incluso dormida eres insoportablemente preciosa.


En ese momento bendije a la luna, porque un rayo azulado me dejó ver solo tu cuerpo en aquella obscuridad, bendije a la oscuridad por no ser muy severa y dejarme ver tus labios inertes, reposando tranquilamente.
Pero al acercarme a besarte tropecé con la cama de mi habitación y caí. Con el mareo tuve que levantarme del suelo.

La lluvia al chocar con la ventana, repetía tu nombre, tan estrepitosamente, que se colaba en mi mente y junto con el alcohol golpeaba mi ya tocada cabeza. Me di cuenta de que algo sonaba mas alto que la música e incluso mas que la lluvia en la ventana. Eran mis lágrimas cayendo encima de las ya lloradas. Cuando el alcohol dejó de emborronar mis ojos, descubrí que en cada lágrima estabas tu dormida en tu cama, lo que hizo que se cerrase el círculo y que cayesen mas lágrimas.
Solo en mi habitación otra vez después del vuelo, con la mirada perdida en el lluvioso paisaje que puedo ver a través de la ventana, me siento incompleto.
Pienso en como me siento y me concentro en aquello que me falta, lo que me hace sentirme vivo.

Cierro los ojos y ahí estas, a mi lado.
Aún no puedo verte pero siento tu presencia, un agradable calor que me indica que estas conmigo.
Mis labios se fruncen en una sonrisa al captar tu perfume, cálido y suave. Inspiro profundamente intentando llenarme de ese aroma similar a la canela, ese perfume 'Anais' que tanto te gusta, que te acompaña.
Concentrándome un poco mas capto sutiles diferencias en el perfume que satura mi olfato... el olor suave y dulce de tu cuello, el atrayente aroma cálido de tu escote...
Mantengo los ojos cerrados, disfrutando de la sensación.
Escucho tu respiración.
Cerca, muy cerca.
La tentación de volverme es casi irresistible, pero me recreo en el limite, alargándolo lo más posible. Mi corazón comienza a acelerarse, siempre lo hace en estos momentos. Mi sonrisa se ensancha al comprobar que mi cuerpo me desobedece y se gira hacia ti, no puedo, ni quiero, detenerlo.
Ahora te siento aún mas cerca, enfrente de mí.
Tal vez nos separen unos centímetros, o quizá milímetros, no tengo forma de saberlo.
Siento como tu mano acaricia sutilmente mis labios, la sonrisa que tu me enseñaste a dibujar en mi rostro. Es un roce casi imperceptible, pero la sensación es poderosa.
Adelanto mis manos para acariciarte, me detengo a escasos milímetros de tu piel. No puedo verte, pero casi puedo sentirte.
Paladeo la anticipación que embarga a mi corazón, el deseo irrefrenable que tú alimentas. Cuando de nuevo mi cuerpo me vence por fin toco tu suave piel, tan dulce y delicada comparada con la mía.
Recorro con mis dedos la línea de la mandíbula mientras me imagino tus ojos azules casi transparentes, clavando la mirada en mis cerrados párpados. Tus manos tampoco están quietas, no pueden estarlo, y recorren suavemente mi rostro hasta entrelazarse en mi nuca. Me atraes hacia ti, y mientras lo haces mi corazón bombea aún a mas velocidad, me sumerjo en tu aroma, en tu tacto.
Nuestros labios por fin se tocan, la sensación mas dulce del mundo. La suavidad de tus labios buscando los míos me provoca una serie de descargas eléctricas imperceptibles que recorren mi columna.

La sensación es tan fuerte que mi respiración comienza a acelerarse. Mi lengua recorre tus labios y tú la permites entrar. Comienzas a acariciar mi lengua con la tuya y no puedo evitar que un jadeo se escape entre mis labios.
Mis manos recorren tu cadera y te acercan a mí, tu también me abrazas con fuerza mientras el beso continúa.

Mi mente se ve asaltada por un millar de sensaciones placenteras y el mundo desaparece, solo estamos tu y yo. Nos fundimos en uno, deseo que suceda. Por un momento formamos parte de un mismo ser, en cuerpos separados. Dos cuerpos unidos por un sentimiento mas fuerte que la razón. Presiento que has cerrado también los ojos, he podido notar el aire de tus pestañas, cerrando los párpados, disfrutando tanto como yo de las sensaciones que recorren tu cuerpo. El beso se va impregnando de pasión, tu corazón late a la par que el mío, tu respiración se hace mas fuerte y profunda.

Los dos nos separamos a la vez, sintiéndonos felices, amados. Tu abres tus ojos y los clavas de nuevo en mis cerrados párpados. Sonríes y mi corazón casi estalla de felicidad. Abro los ojos para mirarte, sentirte con el único sentido que aún no he empleado, tu frescor aun está en mis labios, tu tacto perdura en mis manos, tu respiración resuena en mis oídos y tu perfume aun me hechiza.

Abro los ojos para verte... y me encuentro de nuevo en mi habitación. Solo, pero feliz porque sé que no lo estaré siempre. Sé que cuando te vea, todo se hará realidad, que tu me amas tanto como yo te amo a ti.
Ayer me emborraché, pero fue de alcohol y no de tus besos.

Sonriendo, me aparto de la ventana, a escribir esto para ti.

Aleteo de una Mariposa Borracha

Ayer me emborraché..... Sí ayer, me emborraché.
Todo daba vueltas en mi alrededor inmediato. Me hacía tanta gracia que las paredes de mi habitación diesen vueltas, que decidí poner la música a todo volumen e intentar alcanzar las paredes con mis dedos.
Iba tan rápido que sin darme cuenta despegué.....
Durante el vuelo pensaba en cual sería mi destino.

Pero enseguida lo supe. Estaba en tu habitación, frente a tu cama, tu dormías tranquila. Incluso dormida eres insoportablemente preciosa.


En ese momento bendije a la luna, porque un rayo azulado me dejó ver solo tu cuerpo en aquella obscuridad, bendije a la oscuridad por no ser muy severa y dejarme ver tus labios inertes, reposando tranquilamente.
Pero al acercarme a besarte tropecé con la cama de mi habitación y caí. Con el mareo tuve que levantarme del suelo.

La lluvia al chocar con la ventana, repetía tu nombre, tan estrepitosamente, que se colaba en mi mente y junto con el alcohol golpeaba mi ya tocada cabeza. Me di cuenta de que algo sonaba mas alto que la música e incluso mas que la lluvia en la ventana. Eran mis lágrimas cayendo encima de las ya lloradas. Cuando el alcohol dejó de emborronar mis ojos, descubrí que en cada lágrima estabas tu dormida en tu cama, lo que hizo que se cerrase el círculo y que cayesen mas lágrimas.
Solo en mi habitación otra vez después del vuelo, con la mirada perdida en el lluvioso paisaje que puedo ver a través de la ventana, me siento incompleto.
Pienso en como me siento y me concentro en aquello que me falta, lo que me hace sentirme vivo.

Cierro los ojos y ahí estas, a mi lado.
Aún no puedo verte pero siento tu presencia, un agradable calor que me indica que estas conmigo.
Mis labios se fruncen en una sonrisa al captar tu perfume, cálido y suave. Inspiro profundamente intentando llenarme de ese aroma similar a la canela, ese perfume 'Anais' que tanto te gusta, que te acompaña.
Concentrándome un poco mas capto sutiles diferencias en el perfume que satura mi olfato... el olor suave y dulce de tu cuello, el atrayente aroma cálido de tu escote...
Mantengo los ojos cerrados, disfrutando de la sensación.
Escucho tu respiración.
Cerca, muy cerca.
La tentación de volverme es casi irresistible, pero me recreo en el limite, alargándolo lo más posible. Mi corazón comienza a acelerarse, siempre lo hace en estos momentos. Mi sonrisa se ensancha al comprobar que mi cuerpo me desobedece y se gira hacia ti, no puedo, ni quiero, detenerlo.
Ahora te siento aún mas cerca, enfrente de mí.
Tal vez nos separen unos centímetros, o quizá milímetros, no tengo forma de saberlo.
Siento como tu mano acaricia sutilmente mis labios, la sonrisa que tu me enseñaste a dibujar en mi rostro. Es un roce casi imperceptible, pero la sensación es poderosa.
Adelanto mis manos para acariciarte, me detengo a escasos milímetros de tu piel. No puedo verte, pero casi puedo sentirte.
Paladeo la anticipación que embarga a mi corazón, el deseo irrefrenable que tú alimentas. Cuando de nuevo mi cuerpo me vence por fin toco tu suave piel, tan dulce y delicada comparada con la mía.
Recorro con mis dedos la línea de la mandíbula mientras me imagino tus ojos azules casi transparentes, clavando la mirada en mis cerrados párpados. Tus manos tampoco están quietas, no pueden estarlo, y recorren suavemente mi rostro hasta entrelazarse en mi nuca. Me atraes hacia ti, y mientras lo haces mi corazón bombea aún a mas velocidad, me sumerjo en tu aroma, en tu tacto.
Nuestros labios por fin se tocan, la sensación mas dulce del mundo. La suavidad de tus labios buscando los míos me provoca una serie de descargas eléctricas imperceptibles que recorren mi columna.

La sensación es tan fuerte que mi respiración comienza a acelerarse. Mi lengua recorre tus labios y tú la permites entrar. Comienzas a acariciar mi lengua con la tuya y no puedo evitar que un jadeo se escape entre mis labios.
Mis manos recorren tu cadera y te acercan a mí, tu también me abrazas con fuerza mientras el beso continúa.

Mi mente se ve asaltada por un millar de sensaciones placenteras y el mundo desaparece, solo estamos tu y yo. Nos fundimos en uno, deseo que suceda. Por un momento formamos parte de un mismo ser, en cuerpos separados. Dos cuerpos unidos por un sentimiento mas fuerte que la razón. Presiento que has cerrado también los ojos, he podido notar el aire de tus pestañas, cerrando los párpados, disfrutando tanto como yo de las sensaciones que recorren tu cuerpo. El beso se va impregnando de pasión, tu corazón late a la par que el mío, tu respiración se hace mas fuerte y profunda.

Los dos nos separamos a la vez, sintiéndonos felices, amados. Tu abres tus ojos y los clavas de nuevo en mis cerrados párpados. Sonríes y mi corazón casi estalla de felicidad. Abro los ojos para mirarte, sentirte con el único sentido que aún no he empleado, tu frescor aun está en mis labios, tu tacto perdura en mis manos, tu respiración resuena en mis oídos y tu perfume aun me hechiza.

Abro los ojos para verte... y me encuentro de nuevo en mi habitación. Solo, pero feliz porque sé que no lo estaré siempre. Sé que cuando te vea, todo se hará realidad, que tu me amas tanto como yo te amo a ti.
Ayer me emborraché, pero fue de alcohol y no de tus besos.

Sonriendo, me aparto de la ventana, a escribir esto para ti.